Aprendizaje de las reglas

Esta semana en el cole le propuse a una alumna de clase que se sentara en mi sitio y yo en el de ella. En un primer momento se sentía bloqueada, el profe seguía en el aula, pero al ver que yo actuaba como un alumno se animó a hacer de profesora y seguir con la lección. Su forma de actuar fue muy interesante: mandaba callar de forma enérgica al alborotador, castigaba sin piedad y fue capaz de poner a toda la clase a trabajar en poco tiempo. Yo no salía de mi asombro y me sorprendían sus formas, me recordaban algo. Cuando volvimos a nuestros papeles le pregunté que en quien pensaba a la hora de “dar clase” y rápidamente me espetó: “En ti y en otros profesores que nos dan clase.¿En qué te fijabas? En como preguntaban las cosas y en que decían cuando alguien respondía bien. ¿Qué dicen? A veces muy bien y a veces decían cosas que tenían que ver con eso pero que no formaban parte del ejercicio.[...] Están más avanzados, explican mejor que una persona de la calle.”
Esto no es más que una reflexión a raíz de lo que trabajamos en Análisis del Discurso y la interesante visión que nos aportó Cherry Holmes. Está claro que el aprendizaje por observación (Lortie) de las reglas en el proceso de conversión en profesor es fundamental. Como dice Bullough “los estudiantes llegan a la carrera de formación del profesorado habiendo pasado miles de horas sentados en las aulas en su condición de alumnos, aprendiendo y observando presumiblemente en qué consiste la enseñanza”