Sobre las consecuencias de la investigación...

Pues comentaba esta semana con Adriana las dificultades que implica desarrollar y compaginar una investigación con aprender, leer, trabajar en un centro educativo, innovar,... ¡para volverse loco!

Esto no es gratuíto, por el camino se van dejando cosillas de las que uno se arrepiente. En mi caso, condicionado también por otros factores (como vivir en un pisito) he mandado a freir puñetas mi trabajo de varios años con la Gaita. Que tocar en Cantigas y Agarimos me encantaba... aunque por allí no volví a dar señales de vida (Sopas me la debe estar guardando por marcharme casi sin dar explicaciones...) Y pensar que un día incluso llegué a figurar en Luar... De esas cosas que quedan para contar a los nietos: ¡yo toqué la gaita en Luar!

Ahora todo se me antoja más complicado, necesito tiempo para tantas cosas y el día sólo tiene 24 horas.

Gracias a Antonio (no tiene blog que yo sepa aunque bien se podría animar) y sus comentarios sobre la música tradicional, el acordeón y otras historias volví a sacar mi Gaita y hasta me he prometido y vuelto a prometer que volveré a tocar, como sea.