Gracias por la aclaración

Recientemente he podido leer en La Voz de Galicia del Domingo 23 de Julio una entrevista a Alejandro Tiana, Secretario General de Educación. El motivo del artículo: la polémica sobre el estudio de diversos tipos de familia en "Educación para la Ciudadanía".

Y es que cuando uno habla de una cosa, para justificar, sin querer y de forma no consciente habla de otra(s).

La cara de tonto que se me quedó con la respuesta de este hombre:

Pregunta: La Iglesia católica y el PP dicen que el Gobierno pretende adoctrinar.

Respuesta: Eso es abosolutamente imposible en nuestro sistema educativo. El ministerio fija unas enseñanzas mínimas, las comunidades autónomas establecen luego los currículos, los editores de materiales didácticos los interpretan y, finalmente, son los centros y los profesores los responsables de impartir la materia. No va a haber un libro único en el que se diga de manera cerrada lo que se tiene que enseñar, como en los países totalitarios.

 

E insisto: gracias por la aclaración, gracias por recordarme ese papel de peón intelectual, de ejecutor infatigable de esa materia diseñada a grandes rasgos por ustedes y desarrollada por las editoriales.

Gracias por recordarme la mentira permanente que supone llenarnos todos la boca con una "fantástica" (en toda su amplitud de significados) legislación que nadie se cree, empezando por ustedes mismos.

Gracias por recordarme la farsa que supone pedir a los centros y profesores profesionalidad y diligencia, también en la innovación, cuando ustedes como administración no tienen agallas para reconocer la desconfianza que sienten por el sistema educativo del que también son responsables.

Gracias por recordarme que amplios sectores sociales no tienen precisamente ganas de soportar una escuela dinámica, capacitada, reflexiva, profesional, autónoma. Que es preferible tenerla así, controlada, regulando de forma constante y directa su trabajo gracias al fantástico apoyo de las editoriales que en sintonía con la administración son las grandes impulsoras de los cambios. Así estamos, a falta de claustros y equipos fuertemente vertebrados y con capacidad de desarrollo, copiamos los proyectos curriculares de la propuestas editoriales, copiamos la programación de aula de las propuestas editoriales y usamos sistemáticamente los "materiales didácticos" que otros elaboran. ¿Para que matarse uno a hacer algo distinto y por su cuenta? ¡Si es que nos lo dan absolutamente todo hecho! Parvo yo, que pensaba que eso no era así. Incluso en en momentos de delirio mental, usaba la legislación educativa para justificarme.

Y gracias por hacerme ver que es lo que ustedes piensan realmente.

 

Al carallo con todo lo que me aprendí en Didáctica.